ESPACIO CERO - Solo Show 2020, Madrid. Galería Herrero de Tejada.
ESPACIO CERO
Espacio Cero centra como objeto de estudio lo que acontece en la realidad más inmediata y hermética del lugar de creación. Carlos Pesudo recurre a la figura del huevo como metáfora del aislamiento en el que él mismo se sitúa en su estudio, donde trabaja en torno a una escucha de lo mínimo o de lo más elemental. En tal escenario el artista se plantea la siguiente pregunta, ¿qué sucede, o cómo suceden las cosas, en un lugar en el que no sucede nada?
El huevo es para Carlos su espacio mental en su lugar de trabajo, mientras que el cuadro es la transcripción de este espacio. Es un elemento al que recurre no tanto por su morfología sino como continente de una ausencia de elemento, es decir, por el espacio vacío y aislado que se genera en su interior, al que llama -espacio cero- .
La exposición presenta trabajos en pintura y una pieza de video-arte que abordan el mismo concepto desde distintos prismas, y pese a la distancia que hay entre estos dos lenguajes, comparten un vínculo formal, puesto que en ambos se intuye una estética de lo manual o de lo informe.
“La no perfección es algo que me interesa tanto en el video como en la pintura. Me interesa trabajar desde la experiencia del lenguaje, incluso generando una estética del error, de lo informal o lo manual como decisión y resistencia estética.”
Para Carlos el cuadro es tanto el fin como el medio, ya que este trata el mismo concepto del que parte y su pintura nos habla de cómo se desarrolla la acción, el proceso creativo y la construcción de la imagen en su espacio de trabajo. Donde no propone una imagen clara y reconocible sino una imagen ambigua y obtusa, que plantea un duelo entre la información y la des-información.
“Planteo la forma del huevo de tal modo que converge con otros elementos, como el numero 0, la letra O, o como puede ser el sol, la luna, una semilla, una gota de agua o sencillamente un trazo que genera la delimitación de un espacio. También utilizo otras formas recurrentes o incluyo texto, que a veces es legible y otras no lo es precisamente porque quiero que se confundan con formas y se integren en el lenguaje de abstracción que planteo. Me interesa generar una ambigüedad en los signos y en la imagen a través de esta codificación de elementos.”
Son piezas que remiten al metalenguaje y al propio proceso creativo, en las que aparecen de manera reiterada ciertos elementos, formas, texto, papeles o símbolos que construyen en conjunto un cosmos de abstracción. Se trata de una obra que nace de la intuición del proceso y que mezcla lo consciente con lo inconsciente.
“Mis cuadros se sirven de la crudeza del soporte y de la forma imperfecta, son trabajos que plantean un ejercicio de síntesis, cuya composición se construye recurrentemente a partir no tanto de la pintura sino de la ausencia, y esta misma ausencia es la que conlleva una actitud determinada respecto al proceso práctico y a cómo se gestiona la acción así como la no-acción frente al cuadro. La obra que hago se basa en lo gestual y lo espontaneo pero también en la reflexión y en la pausa.
Me interesa generar cierta violencia y dinamismo en el cuadro pero recurriendo primordialmente a formas muy elementales o paletas cromáticas reducidas y desaturadas, incluso a partes que se quedan sin pintar.”
Carlos Pesudo propone una reflexión acerca de la actitud que el pintor tiene hacia la obra y aborda una imagen a través de la pintura que parece derivada de alguna naturaleza ambigua. Donde moldea su propio lenguaje abstracto y genera una repetición de determinados elementos que no representan nada cierto sino que aportan una especie de información flotante en un vacío que fluctúa entre las distintas obras, que representan, en definitiva, lo que sucede en el interior de un huevo.